Realizado por: Juan Pablo Posada, 11-01 JT
El suicidio se ha vuelto un tema recurrente. ¡Cómo no serlo si cada 40 segundos hay un suicidio, lo equivale a por lo menos 800.000 al año!
El suicidio generalmente se efectúa por diversos factores que agobian a la persona. Y uno de ellos es la propaganda maliciosa que se hace entorno a esto. Podríamos poner como ejemplo el vídeo del youtuber Logan Paul en el “bosque de los suicidios”, (Japón), en donde él se burló abiertamente de un cadáver. Y como consecuencia se desató toda la polémica que sigue hasta ahora sobre el suicidio.
Los influencers a través de las diversas redes sociales comenzaron a hacerle comentarios severos a Logan, mientras él como podía intentaba dar una disculpa. Algunas personas recolectaron y donaron dinero a fundaciones que intentan evitar estas tragedias.
Lo interesante de todo este fenómeno es que mientras más campañas se intentaban hacer para evitar el suicidio, se estaba potenciando el problema. En otras palabras, se estaba generando una publicidad al respecto, incrementando la tasa de suicidios. Sobre todo en adolescentes.
“A un Problema, una solución…” y la que encontró la Organización Mundial de la Salud en 2013 fue gestionar un plan para reducir en un 10 % la tasa de suicidios en un período de 7 años. Si lo cumpliesen, la mejora seria mínima. La reducción sería de 800.000 a 720.000 suicidios por año. A eso podríamos sumarle que al año nacen un aproximado de 94 millones de bebés, los cuales en su mayoría logran desarrollarse y por supuesto pasar a la adolescencia, y los problemas inherentes a nosotros. La conclusión es que prácticamente el número se mantendría, no se reduciría.
Por supuesto, también se debe considerar que la sociedad influye hasta cierto grado. Y es que siempre estaremos bajo el señalamiento de, si no todos, la mayoría de personas que estarán dispuestos a hacer prejuicios y a atacarnos hasta que llegue el punto en el que terminamos creyéndonos personas sin ningún tipo de valor en el mundo.
Debido a esto y otros agregados, la solución que encuentran algunos adolescentes con depresión es encerrarse en su burbuja. Esto los hace sentirse seguros y creen que nada les pasará, hasta que, por supuesto, la realidad estalla con bastante facilidad la susodicha burbuja. Y para recuperar aquella seguridad se recurren a métodos que los permiten un falso escape de la tediosa realidad, generando un mal estilo de vida, dado por el alcohol, las drogas, entre otros, lo que puede dar como consecuencia, el suicidio.
En todo caso, quien decide si seguirá luchando o no, es uno mismo.
Referencias:
Peter, Jordan, Superficialidad contemporánea (2018) Cómo lidiar con la depresión y suicidio [en línea] Disponible en: https://www.youtube.com/watch?v=ugXOE7bBjC0
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