Realizado Por: Steffani Bossa, Steffani Palma y María Arias. 11-01 y 11-02, 2019
“Hay que tener respeto por la naturaleza, esa es la clave de la supervivencia de la humanidad. Y América Latina es todavía el reino de la naturaleza [...] es por eso que es una región de resistencia y esperanza”. Friedrich Holderlin
Nuestro hogar más preciado poco a poco va desapareciendo. Para nadie es un secreto que el ser humano se ha encargado de dañar y extinguir todo lo bello y lo magnífico de nuestro único hogar.
Es un poco frustrarte saber que a lo que nos brinda vida le devolvemos todo lo contrario. El problema radica en la falta de conciencia y avaricia, la sobre explotación de especies, la minería ilegal y contaminación que nosotros provocamos, entre otras cosas. Su consecuencia es el cambio climático, que trae consigo catástrofes ambientales, daños casi que irremediables hacia nuestra madre tierra.
Lamentablemente el hombre con éstas acciones se auto-destruye. Destruye su hábitat con verdadera saña, como si odiara la hermosa morada en la que vive, y a las criaturas que le acompañan y viven con él. Acaba con las plantas que son su abrigo, su alimento y medicina, sin el menor agradecimiento, sin la más mínima consideración. Bombardea la tierra y todo ser vivo que se le atraviese con fuerza destructora.
El hombre se ha vuelto tan inconsciente y frío que no toma conciencia del daño que está haciendo a la naturaleza. El regalo de Dios. No pensamos en cuidar este regalo tan precioso para nuestros hijos y futuras generaciones. Olvida que todas las cosas en la naturaleza no están hechas por azar. Todas las especies ocupan su lugar y tienen un rol específico en la vida.
Es triste saber que el ser humano tala árboles y destruye selvas, las fuentes naturales de oxígeno y energía para él mismo. Ensucia ríos, mares y quebradas. Por culpa de la contaminación, hace que aumente la temperatura del planeta, lo que provoca que la nieve se derrita de las montañas, que las zonas polares se deshielen, y por ende, que las especies de esas áreas sufran aquellos desastres. Lo más pesaroso de todo esto, es que solo lo hace por un afán ridículo de superarse, de sentirse el dueño de la vida. Comparándose con Dios.
El hombre crea su propio destino de muerte con sus propias manos. Ojalá fuera posible que se nos depositara una gota de conciencia tanto en los corazones como en las mentes, para que nos demos cuenta de lo importante que es para cada uno de nosotros la naturaleza y todo lo que la conforma.
La humanidad busca utilizar los beneficios que la naturaleza ofrece. De hecho no está mal, porque esa es nuestra manera de sobrevivir, pero es indispensable respetar el equilibrio interno elemental de la vida para no generar una hecatombe.
El planeta tierra está en condición de urgencia en la actualidad, y lo único que podemos hacer es recuperar lo que dañamos. Despertar y hacer algo por ella, de lo contrario, no tendremos absolutamente nada en unos cuantos años. Quizás solo conservaremos el recuerdo de una tierra en lo que lo teníamos todo, de una tierra que dejamos exhausta.
Es penoso que la mayoría de las personas no les importe la situación y que solo haya un grupo muy pequeño de personas que se da cuenta de la catástrofe que estamos llevando a cabo y hacen lo que pueden para evitarlo a comparación de las cientos de personas que simplemente se quedan como observadores pasivos.
Friedrich Holderlin “hay que tener respeto por la naturaleza esa es la clave de la supervivencia de la humanidad y América Latina es todavía el reino de la naturaleza y es por eso que es una región de resistencia y esperanza”.
Referencias:
Ubal, S. (2008). El hombre, depredador de la naturaleza - AlterInfos - DIAL. [online] Alterinfos.org. Available at: http://www.alterinfos.org/spip.php?article2881 [Accessed 15 Jul. 2019].
ECOticias.com. (2015). Cómo el Ser Humano destruye el Planeta. [online] Available at: https://www.ecoticias.com/medio-ambiente/109154/ser-humano-destroza-Medio-Ambiente-planeta [Accessed 15 Jul. 2019].
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